Un locutor me trae desde el sueño y, de un empujón me instala en la realidad nacional. Lo escucho resumir que las lluvias han arreciado en el norte. De pronto, una mujer irrumpe para quejarse a voz en cuello que "varias somos las familias dacnificadas, señor". El latón de su voz, que a pesar de la situación, suena curiosamente jovial, sigue la quejonía atropelladamente: "Y lo peor es que se han aparecío unas plagas de zancudos...". Me levanto preguntándome cómo puede llegar al norte peruano una plaga de canguros, y si fue buena idea programar un canal de noticias en la Tv para que a las 5:45 me introduzca en la mañana de cada día. Amanece.